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miércoles, 30 de mayo de 2018

El cuerpo puede engañar a la mente

Por dllorca

La mente es donde se encuentran las facultades cognitivas, donde estas nuestros pensamientos, nuestros gustos, nuestras percepciones de la vida. En la mente están las conexiones con nuestro cuerpo, la mente es la que rige nuestro organismo. Mientras el cuerpo es esa estructura con la cual realizamos todas esas actividades que la mente nos impone. La relación entre ambos es más estrecha de los pensamos, lo que es decir la relación mente cuerpo. Esta relación queda expresa en muchas ocasiones en los procesos de depresión y autoestima. Te invito a que conozcas como nuestro cuerpo pude convertirse en el mago de la realidad mental.

 

Las ciencias nos han demostrado que en la mente está todo, que la vida de nosotros está basada en nuestra mentalidad y que es el cerebro es el que organiza las funciones de nuestro cuerpo. Cuando tenemos hambre nos duele cabeza y cuando estamos muy estresados por periodos de tiempo se pueden desencadenar algunos trastornos que hacen daño a nuestra salud. E incluso, qué mejor forma de respuesta que las mujeres cuando tienen la menstruación el cuerpo se cansa más y a algunas le sale en la cara algún que otro granito como respuesta. La mente lo controla todo es nuestro motor. En la mente están nuestras formas de mira y comportarnos ante la vida. Yo les traigo un ejemplo de la vida donde les permita entender, cómo nuestro cuerpo puede engañar a nuestra mente.

Una señora que vivía sola y había perdido a su esposo , su único amor durante toda su vida, su guía y su sostén, se encontraba muy deprimida. Llevaba días en la casa sin poder dormir, sin comer, todo el tiempo acostada y sin hacer nada en su casa. Así pasaron días y ni el baño, ni la cocina sabían de ella, no era solo porque no comía y no se bañaba, si no era también que su casa estaba sucia, desastrosa y tenía una apariencia tal cuál la de ella. Sus pocos ánimos de vivir la llevaron a tomar la decisión de querer suicidarse. Una decisión que consideró difícil, porque además tenía miedo de lo que sus amigos, la gente que la conocía podía pensar de ella.

Antes esto pensó que no estaba dispuesta a morir y a dar espacio para el debate sobre las condiciones en las que había muerto. Entonces la señora limpió su casa, la organizó, se bañó, comió algo para evitar la palidez en su piel, se vistió con una ropa adecuada y aun así en su mente estaba la tristeza de la vida que no quería llevar, de la soledad y la tristeza. Entonces cuando de momento esta mujer que llevaba semanas en la depresión, se miró al espejo estando arreglada su cuerpo le permitió enseñarle a su mente que aún se veía joven, estaba bonita y que tenía que darse la oportunidad de seguir viviendo.

Esto solo nos demuestra como nuestras actitudes y la formas de proyectar nuestro cuerpo y nuestras mentes hacia la vida van a permitir que querramos seguir formando parte de ella. Nuestro cuerpo tiene la capacidad de sorprender a nuestra mente. La depresión es un estado que nos trastorna nuestro ánimo. Estamos vulnerables ante la depresión, la vida da muchas vueltas y nos muestra en ocasiones su lado más cruel. Los seres humanos somos distintos y nuestras reacciones no tienen que ser las mismas, pero la depresión no puede acabar con la vida de nadie. La depresión tiene que sobreponerse con la mente, con el cuerpo y con la capacidad de sentirte útil en la sociedad a la que perteneces.

Nuestro cuerpo sufre seriamente las causas de la depresión, es directamente en él donde se refleja dicho estado psicológico. La depresión no solo derrumba la autoestima sino que corporalmente nos hace débil. La depresión invita a la inamovilidad, a la pérdida de fuerzas, al no comer, al tabaquismo, el alcoholismo y otros males que tienen su mayor expresión en nuestro cuerpo. El cuerpo humano tiene la capacidad de hacer sufrir a las mentes depresivas, arréglate, ponte linda/o, búscate alternativas en la vida, siéntete pleno contigo mismo, acéptate. Darse cuenta de las cosas que hacen daño a tiempo, como la señora de la historia que les conté, es darse la oportunidad de aprender a vivir y adquirir fuerzas para hacerlo.