El cuerpo óseo del pez Mola Alexandrini: el más pesado del mundo
Los océanos de nuestro planeta encierran infinitos misterios que todavía no han sido descubiertos. Algunos se han ido develando con el paso del tiempo gracias a la persistente búsqueda y exploración del ser humano en aras de conocer cada vez más sobre el mundo en que vivimos. Uno de los misterios develados tiene que ver con el Mola Alexandrini, una especie de pez al que le ha sido otorgado el primer puesto en la lista de peces con cuerpos óseos pesados.
Al principio se creía que el Mola Mola, otro pez perteneciente a la misma familia, era el pez óseo más pesado del orbe, incluso aparece identificado como tal en el libro Guinness de los récords. El ejemplar tenía una masa de 2.300 kilogramos y medía unos 2,72 metros de longitud. Sin embargo, al comparar el ejemplar capturado en 1996, en las costas japonesas de Kamogawa, con viejas fotografías donde aparecían diferentes especies de pez luna, los científicos cayeron en cuenta de que el animal capturado en realidad no era un Mola Mola, sino un Mola Alexandrini. Por supuesto que se le otorgó a esta especie el primer puesto en el ranking antes mencionado.
Ciertamente existen tiburones de mayores dimensiones que este pez, pero resulta que los esqueletos de los escualos no son de hueso, sino de cartílago, de ahí que siempre estemos resaltando que se trata de un récord en cuerpos óseos pesados. Una de las características que distingue a los Mola Alexandrini adultos es la protuberancia que sobresale en la cabeza, por la cual también ha recibido el nombre de pez luna de cabeza irregular. También el mentón y la cola los diferencia de las otras especies de pez luna
Un estudio desarrollado por un grupo de científicos nipones encabezados por Etsuro Sawai, de la Universidad de Hiroshima, arrojó como resultados la posibilidad de que este récord será superado en el futuro. Sawai cree firmemente que existen otros Mola Alexandrini de mayor tamaño nadando en las profundidades de los océanos. Quedó demostrado en el año 2004, cuando se capturó en la isla japonesa de Aji, una hembra que medía 3,32 metros de longitud. Pero como no se llegó a pesar su masa, no se le puede considerar el pez con el cuerpo óseo más pesado del mundo. Las investigaciones sobre estos gigantes marinos resultan muy difíciles porque, debido a sus grandes dimensiones, son difíciles de atrapar y de transportarlos a instituciones donde se le puedan realizar exámenes morfológicos y genéticos. Sin embargo, los estudios que se han realizado hasta el momento van ofreciendo pistas sobre la forma de vida de estos enormes animales marinos.
