Los votantes prefieren políticos con voces bajas
La voz y el acento pueden marcar o terminar una elección, porque no siempre se trata de lo que dices, sino de cómo lo dices. Pero ¿qué sucede si los políticos desarrollan un trastorno vocal durante su carrera? Rosario Signorello y Didier Demolin, expertos en fonética y fonología en la Université Sorbonne Nouvelle, París, decidieron averiguarlo. En un estudio presentado en la 174ª reunión de la Acoustical Society of America, la pareja descubrió que los trastornos vocales sí afectan el carisma percibido de un político e incluso pueden influir en su éxito electoral.
Signorello y Demolin usaron discursos de dos políticos que desarrollaron trastornos vocales. El primero fue Umberto Bossi, un ex cantante de rock, vendedor y técnico de laboratorio convertido en líder del partido político de extrema derecha en Italia, Lega Nord. El segundo fue Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil entre 2002 y 2010 y el primer líder izquierdista del país durante casi medio siglo. En ambos casos, un trastorno del habla los dejó hablando más bajo con un rango vocal más estrecho y un tono más bajo, haciéndolos más roncos.
Se pidió a los oyentes franceses que calificaran a ambos políticos sobre una serie de adjetivos carismáticos, utilizando la escala de acuerdo Likert, antes y después de que desarrollaran trastornos vocales. El hecho de que los oyentes no podían entender el italiano y el portugués significaba que juzgaban los discursos en tono vocal, no en contenido.
"Antes del ataque, las personas percibían a Bossi como un orador positivo, entusiasta y encantador, y cuando escuchaba su voz después del accidente cerebrovascular, todo cambió", dijo Signorello. "Después del accidente cerebrovascular, tenía un contorno de tono plano, una falta de modulación, y esto se percibió como un carisma sabio y competente".
Y resultó que los oyentes franceses lo preferían de esa manera. Era más probable que votaran por Bossi después de haber desarrollado el trastorno vocal. Tuvieron la misma reacción al desorden de Luiz. Los cambios en las cuerdas vocales hicieron que los políticos parezcan más sabios y mayores. "Los franceses no querían votar por alguien que fuera fuerte y autoritario, o percibido como una versión más joven del líder", dijo Signorello.
Pero este efecto podría ser cultural. En un estudio anterior, Signorello descubrió que los votantes franceses se sienten atraídos por los políticos con tonos vocales medios (piense: Francois Hollande) mientras que los italianos prefieren un tono más bajo.
Como señaló Signorello, "no hay un solo tipo de voz carismática. Los mejores oradores adaptan sus voces a sus oyentes, contexto y cultura. Los líderes carismáticos monitorean la reacción de la audiencia y poseen la inteligencia emocional para cambiar su discurso vocal a media voz para obtener la respuesta que desean”.
