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martes, 12 de junio de 2018

Qué es la Anomalía del Atlántico Sur y cómo afecta a América Latina

Por Lorena rey

El escudo protector de la tierra, su campo magnético, no es solo el responsable de orientar las brújulas siempre hacia el norte, sino que protege a nuestro planeta de las radiaciones provenientes del espacio que pudieran resultar peligrosas para las formas de vida existentes. Recientemente los científicos han reparado en un debilitamiento constante e intenso en esta estructura a la que han denominado Anomalía del Atlántico Sur y que ocupa un área que va desde América del Sur (Uruguay, Brasil, Paraguay y Argentina) hasta el sur de África. Algunos lo llaman de forma efectista el “Triángulo de las Bermudas" espacial.

Sin embargo, estos mismos estudiosos que han dado la voz de alerta reconocen que el debilitamiento del campo magnético de la Tierra es un fenómeno cíclico e intrínseco a la dinámica del planeta y que no es la primera vez que se manifiesta. Entonces, ¿por qué la alarma?

Según explica Jorge Spagnuolo, profesor de geofísica de la Universidad Nacional del Sur, en Argentina, el campo magnético de la Tierra es un fenómeno complejo, resultado de la interacción de los núcleos internos de la tierra (son dos fundamentales, el primero compuesto por hierro en estado sólido y el segundo por la aleación líquida de níquel y hierro) más el movimiento de rotación de la tierra. Este movimiento de los núcleos que funcionan como si fueran imanes puede entrar en momentos de gran actividad y otros en los que esta se detiene. Este proceso de dinamo transforma a la Tierra en un gran imán.

Pero, refieren Spagnuolo, los últimos 160 años se han caracterizado por un decrecimiento inusual constante del campo magnético. Actualmente la región más débil se encuentra en lo que han denominado la Anomalía del Atlántico Sur, siendo Uruguay, dentro de los países afectados, el que menos campo magnético posee actualmente.

Es posible que sea el área de los vuelos y operaciones espaciales la que sufra mayores afectaciones. Y es que cada satélite o nave que es lanzado al espacio debe analizar el estado de esta anomalía y cómo esta puede afectar sus funciones. La Estación Internacional Espacial, perteneciente a la NASA, por ejemplo, cuenta con sensores que miden los niveles de radiación a qué están sometidos sus equipos y los sistemas importantes posee incluso un escudo adicional. Debido a la radiación estos podrían sufrir afectaciones como que los ordenadores se apaguen y se vuelvan a reiniciar o que los sensores delas cámaras pierdan píxeles. También los astronautas, al sobrevolar el área de la anomalía, ha experimentado destellos de luz transitorios, aunque según los expertos de momento para los humanos no representa peligro alguno.

En cuanto a África, hasta ahí se han ido los investigadores para recabar más información. Utilizando un método conocido como arqueomagnetismo, o sea, el estudio del campo magnético terrestre a través de objetos arqueológicos, han descubierto unos cuantos datos interesantes. Para estudiar este fenómeno magnético recurrente en el núcleo terrestre debajo de África, se remitieron a una fuente peculiar: restos de civilizaciones que vivieron durante la Edad de Hierro en el Valle del Río Limpopo. Analizaron fragmentos de arcilla que retuvieron información sobre la actividad del campo magnético y que les permitió conocer más sobre las Anomalía del Atlántico Sur.

Entre otros resultados la investigación sugirió que toda esta actividad magnética inusual puede estar asociada a la reversión de los polos que se produce cíclicamente, y podríamos estar cerca de uno de estos momentos. Pero esto último aún es especulación. Lo cierto es que el debilitamiento magnético de los últimos 160 años ha ido demasiado rápido. De continuar así podrían comenzar a manifestarse fenómenos atmosféricos como el de la Antártica, donde fue descubierto en medio del hielo un agujero del tamaño de Panamá. No obstante, al asunto no deben buscársele ribetes de catastrofismo ni mucho menos, sugieren los científicos, aunque sí debe continuar siendo estudiado.