Lula da Silva, de nuevo en la calle
Lula da Silva, expresidente de Brasil, llevaba en prisión desde el 7 de abril por corrupción. Ahora, el juez de guardia Rogélio Favreto ha decidido que no hay fundamento para que el ex mandatario siga en prisión y no pueda presentarse como precandidato a las elecciones que se celebrarán en el país en octubre. Lula había sido condenado a 12 años y un mes de cárcel y ahora hay dudas sobre si cumplirá, en algún momento, la condena.
Favreto considera que la precandidatura del político es una circunstancia nueva y que no puede considerarse que siga preso. Alega, además, que a la hora de encarcelar el expresidente se habría incurrido en ilegalidades por no haber respetado la posibilidad de presentar recursos antes de ser detenido.
Los diputados del Partido de los Trabajadores, del que Lula es líder, presentaron una petición de habeas corpus (procedimiento por el cual un ciudadano puede comparecer de forma inmediata ante un juez para que se determine la legalidad del arresto), y el juez ha pedido que la orden se cumpla “con urgencia”, por lo que el que fuese presidente podría salir pronto de entre rejas. Curiosamente, el Tribunal Regional Federal-4 ya había negado otras peticiones de habeas corpus
Las reacciones ante la inesperada libertad de Lula, quien siempre se había declarado inocente, no se han hecho esperar. El comentario más destacado ha sido el del juez Sergio Moro, principal rival de Da Silva y encargado de investigar el caso Lava Jato y la trama Petrobras. El juez ha puesto en duda la decisión de su compañero de oficio y no encuentra motivos por los que podría haber sido puesto en libertad. La fiscalía regional también se manifestó en contra. Aunque es verdad que el juez de guardia si tenía potestad para ordenar su excarcelación, por lo que no se habría incurrido en ningún acto ilegal. ¿E imoral?
El caso Lava Jato se considera la mayor operación contra la corrupción en la historia de Brasil, pero que además ha ido más allá de sus fronteras y se ha extendido a varios países de Latinoamérica. Empresarios y políticos han sido investigados -y muchos hallados culpables, entre los que destacan los expresidentes de Brasil, el recién liberado Lula y la expresidenta Rousseff. La trama, que se descubrió en 2913, está relacionada con la petrolera Petrobras y el blanqueo de dinero y sobornos.
La pregunta es, ¿si Lula Da Silva estaba condenado por corrupción, porque le dejan volver a presentarse a las elecciones?
