Un nuevo órgano podría explicar el cáncer
Pensarías que después de miles de años de estudio, hubiéramos comprendido lo que sucedía dentro de nosotros. Pero los investigadores argumentan que accidentalmente descubrieron un órgano completamente nuevo. La nueva estructura podría incluso ayudar a explicar dónde se encuentra la mayor cantidad de líquido en nuestro cuerpo, e incluso puede ser la fuente de linfa, el fluido que es esencial para el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico. Como tal, esta red, o estructura, de canales llenos de fluido podría estar jugando un papel importante en el mantenimiento de nuestra salud, así como en la propagación de enfermedades.
Ni siquiera está limitado a las partes oscuras de nosotros, se encuentra envuelto en muchos de nuestros otros órganos más conocidos. Verán, mientras pensábamos que nuestros pulmones, tracto digestivo e incluso nuestra piel estaban rodeados por tejido conectivo denso y denso, resulta que este tejido está de hecho plagado de espacios apoyados a través de una red de fuertes proteínas conectivas para evitar que se colapsen, y que permiten libremente que fluya el fluido. Esto podría ayudar a explicar a dónde va gran parte del líquido de nuestro cuerpo.
Mientras que nuestras células contienen la mayor parte del fluido, y el sistema circulatorio lleva una carga completa más, más de un tercio desapareció y simplemente se dijo que era "intersticial", o simplemente flotaba entre los órganos y las células. Los investigadores afirman, en un artículo publicado en Scientific Advances, que el "intersticio" debería definirse como un órgano en sí mismo. Creen que puede explicar por qué algunas formas de cáncer se pueden diseminar tan rápidamente y entre órganos no relacionados. También podría ayudar a explicar por qué se desarrollan las arrugas, ya que cuando envejece estos canales en el tejido debajo de la piel pueden doblarse sobre sí mismos. Fue durante la realización de endoscopias de rutina de los pacientes que los médicos notaron que el tejido que rodea el conducto biliar, que debería haber sido bastante sólido y denso, en realidad estaba cubierto por un patrón intrigante.
Cuando uno decidió echar un vistazo utilizando el mismo dispositivo bajo la piel de la nariz, sorprendentemente encontró exactamente el mismo efecto. La clave, al parecer, era ver el tejido vivo con un aumento tan fino. Hasta ahora, los investigadores médicos han confiado en los portaobjetos de microscopio de tejidos fijos cuando estudian el cuerpo humano, dicen los autores. Para ello, toman rebanadas delgadas de tejido, lo tratan con productos químicos y tiñen las estructuras para que puedan identificarse fácilmente cuando se colocan bajo un microscopio. El problema, sin embargo, es que la fijación drena el tejido de todo el fluido, y se espera que este proceso colapse todos los compartimentos una vez llenos de fluido del intersticio.
Debido a esto, los investigadores que observaron las diapositivas de los órganos simplemente asumieron que los compartimentos aplastados eran lágrimas en el tejido. Ahora parece que necesitarán hacer más trabajo para definir esta estructura y convencer a los demás de que es un órgano en sí mismo, en lugar de solo un nuevo tipo de tejido. "Este hallazgo tiene el potencial de impulsar avances dramáticos en la medicina, incluida la posibilidad de que el muestreo directo del líquido intersticial se convierta en una poderosa herramienta de diagnóstico", explicó el coautor Neil Theise.
