Los traumas se quedan en el corazón
Sin dudas cualquier evento traumático que se sufra en la infancia puede tener un alto nivel de incidencia en nuestras reacciones futuras y la forma de afrontar la vida, aunque fundamentalmente se relaciona con efectos a nivel psicológico. Sin embargo, una declaración científica de la Asociación Americana del Corazón (AHA), señala que aquellas personas que sufrieron abuso, acoso, fueron testigos de actos de violencia o, en general, tuvieron experiencias traumáticas en la niñez o adolescencia, poseen un riesgo más alto de enfermedad cardíaca.
La AHA sostiene esta afirmación a partir de la revisión de estudios publicados en los que hallaron una fuerte asociación entre las experiencias traumáticas en esas etapas y las probabilidades de desarrollar afecciones como obesidad, hipertensión o diabetes tipo 2 en la adultez temprana. Además, esas afecciones incrementan el riesgo de padecer enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos, tales como enfermedad de la arteria coronaria, ataque cardiaco o accidente cerebrovascular.
Shakira Suglia, presidenta del grupo que redactó la declaración de la AHA señaló que la tragedia real es que los niños se expongan a esas experiencias traumáticas en primer lugar. Añadió que se refieren a niños y adolescentes que experimentan abuso físico y sexual o son testigos de la violencia, y tristemente, las consecuencias de experimentar esos eventos no terminan cuando acaba la experiencia, sino que duran muchos años tras la exposición.
Suglia explicó que idealmente deberíamos prevenir que sucedan esas cosas en primer lugar y prevenir las consecuencias de salud que se dan por pasar por dichas experiencias. Lamentablemente, de acuerdo con los datos proporcionados por la AHA, cerca de un 60 por ciento de los estadounidenses indican haber tenido una experiencia traumática en la niñez.
Unidas al abuso, negligencia y ser testigo de violencia, esas pueden incluir: divorcio, separación o muerte de los padres; abuso de sustancias en los padres; vivir en un vecindario con alta criminalidad; falta de techo; discriminación; pobreza y pérdida de un ser querido.
Aunque no queda claro aún cómo las experiencias traumáticas afectande manera directa la salud del corazón, la investigación indica que las reacciones conductuales, de salud mental y biológicas al estrés elevado podrían tener un papel en ello, aunque según los autores del estudio, las evidencias son observacionales y no prueban que haya causa y efecto.