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jueves, 21 de junio de 2018

¿Qué hay, realmente, en los agujeros negros?

Por Matraquito91

El astrofísico Chris Packham, de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, lideró una nueva investigación, la cual fue publicada en la revista Science, y que amplía la comprensión y el conocimiento sobre los agujeros negros y los campos magnéticos que les rodean. Packham observó, por vez primera, el campo magnético de un agujero negro dentro de nuestra propia galaxia desde múltiples longitudes de onda.

Cabe explicar que un agujero negro constituye una región en el espacio con un campo gravitatorio tan fuerte que ni la luz puede escapar de él. Además, los agujeros negros, por lo general, se forman cuando una estrella masiva explota y el núcleo remanente colapsa bajo la fuerza de la gravedad espacial.

Pero si una estrella 3 veces más masiva que nuestro propio Sol se convirtiese en un agujero negro, señala Packham en un comunicado oficial, tendría un tamaño similar a dos veces la ciudad de Madrid, de unos 1 200 km2 de extensión.

No obstante, el agujero negro que Packham y su equipo estudiaron, es V404 Cygni y tiene unas 10 veces la masa de nuestro propio Sol. «La Tierra, como muchos planetas y estrellas, posee un campo magnético que, desde el Polo Norte, rodea el planeta y regresa al Polo Sur», según Packham.

Por otro lado, «existe porque la Tierra tiene un núcleo rico en hierro líquido y caliente y ese flujo crea corrientes eléctricas que, a su vez, generan un campo magnético. Un agujero negro tiene un campo magnético, debido a que fue creado a partir de los restos de una estrella tras la explosión», agregó el experto.

A medida que la materia se descompone en torno a un agujero negro, el campo magnético emite chorros de electrones casi a la velocidad de la luz. Y precisamente estos chorros son los que han confundido a los especialistas durante mucho tiempo. Sin embrago, y gracias a las observaciones en diferentes longitudes de onda, el equipo de Packham demostró que los campos magnéticos resultan mucho más débiles de lo que se creía hasta ahora, un hallazgo que cuestiona modelos previos de los denominados agujeros negros.

«Necesitamos comprender a los agujeros negros en general. Si regresamos al punto más antiguo de nuestro universo, justo después del famoso Big Bang, parece que siempre hubo una fuerte correlación entre los agujeros negros y las galaxias. El nacimiento y la evolución de los agujeros negros y las galaxias, están estrechamente relacionados. Nuestros resultados son sorprendentes y aún estamos tratando de descifrarlos», acotó Packhman.

Ya lo sabes no todo es lo que parece y nuevos descubrimientos arrojan nuevas verdades.