¿Quién redactó las epístolas de Jack el Destripador?
En septiembre del 2014 publicaron una información en la que gracias a unas pruebas de ADN, por fin se reconocía quién fue en realidad el asesino en serie más conocido de la historia. En ese entonces se creía que se trataba de un polaco judío llamado Aaron Kosminski, pero lo cierto es que la verdadera identidad de Jack el Destripador continua siendo un misterio sin resolver. Y es tanta la fascinación sobre el caso que esta historia permanece intacta con el paso del tiempo. Cabe recordar que este cruel asesino envió, supuestamente, varias misivas a la policía de Londres, en Reino Unido, la más famosa de las cuales se tituló «From Hell» (Desde el infierno, en español).
Pero, durante muchísimo tiempo se dudó de la legitimidad de tales cartas, debido a una teoría que sostiene que estas fueron por reporteros de la Central News Agency, en la capital británica, con el propósito de tener ganchos, es decir, temas atractivos sobre los que escribir y que les permitirían vender más diarios y por ende ganar más dinero.
Ahora, según un lingüista llamado Andrea Nini, quien trato de arrojar más luz sobre este tema, realizando un estudio forense de la correspondencia. Y el resultado que obtuvo fue que las dos primeras cartas fueron escritas con total seguridad por la misma persona. Además, existe un alto índice de probabilidades de que la tercera también, aunque el resto de las cartas haya sido redactada por varios autores.
Sin embargo, este hallazgo no aporta nuevas pistas acerca de la identidad del asesino, ni desmiente tampoco que el autor de las cartas fuese un reportero hambriento de noticias llamativas. Entonces, si se trata de un periodista de la época, la teoría del fraude quedaría confirmada y si no fuese así, quizá la pista conduciría hasta el criminal real. No obstante, a estas alturas, parece bastante poco probable que el enigma sobre la identidad de Jack el Destripador pueda resolverse alguna vez ya que ha transcurrido demasiado tiempo y las pruebas se contaminaron. También, al ocurrir tales hechos en una época tan lejana, donde la ciencia y la tecnología no tenían el adelanto actual, todo se complejiza.
Jack el Destripador fue el nombre dado a un asesino en serie sin identificar todavía al que se le atribuyen al menos cinco homicidios en el barrio londinense de Whitechapel en 1888, y cuyo modus operandi se caracterizaba por cortes en la garganta, mutilaciones en las áreas genitales y abdominales, extirpación de órganos y desfiguración del rostro en las mujeres que se dedicaban a la prostitución.