Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

martes, 5 de junio de 2018

El arte misterioso y enorme de la filosofía

Por Isabella

La filosofía como espíritu de una época, como autoconciencia, refleja las condiciones de vida de los hombres en el azar de su actividad cotidiana, ya sea por el desarrollo histórico de la sociedad, de la ciencia, la tecnología, de la cultura de cada región, de las clases y las luchas de clases.

En los momentos actuales el espíritu de la época que nos ha tocado vivir, está signado por las profundas contradicciones que está generando el sistema capitalista neoliberal, que desarrolla una sociedad de consumo, generadora de la exclusión de la mayoría de la población, teniendo como centro al dinero y no al hombre, que lo convierte en un ente enajenado y egoísta, entrando en fragante contradicción con el uso despiadado que hace del medio ambiente, que lleva a su destrucción y a que se desarrolle el escepticismo y la falta de confianza en el hombre, en la ciencia y la tecnología. Por otro lado, aparece un espíritu revolucionario de lucha y enfrentamiento ante tanta desigualdad, irracionalidad, enajenación, individualismo y calamidad, caracterizado por una visión optimista, solidaria y de plena dignidad.

En las condiciones materiales y espirituales de su vida cotidiana los hombres transforman la realidad que los rodea, crean nuevas relaciones sociales y en ese mismo proceso va formándose un conjunto de ideas, de valores que a su vez guían su conducta en la sociedad. Precisamente este diverso conjunto de ideas, opiniones y valoraciones, van a formar parte de la conciencia social, la cual no es más que el mundo espiritual de los seres humanos, que expresa las condiciones materiales de la vida cotidiana, en un momento histórico de su desarrollo, en toda su diversidad cualitativa, que origina las diversas formas de la conciencia social, entre la que se encuentra la filosofía.

De manera que la filosofía constituya la conciencia social que ofrece una concepción general del mundo, empírica y teóricamente argumentada, que se forma en las condiciones materiales y espirituales de la vida cotidiana y que busca dar una explicación racional del mundo, tanto en el plano empírico como teórico. Esta concepción puede ser: idealista o materialista, científica, no científica y anticientífica. Este rasgo esencial de dar una concepción del mundo argumentada, tanto empírica, como teórica, constituye su razón de ser y a su vez lo que la diferencia de las restantes formas de la conciencia social, que reflejan regiones más concretas del Ser Social.

La especificidad de la filosofía consiste en ser un sistema de conocimientos sobre las relaciones más generales entre el hombre y el mundo, desde un punto de vista cosmovisivo, valorativo e ideológico, expresado a través de leyes y categorías fundamentales y a su vez su función más esencial es la de dar una concepción del mundo teóricamente argumentada. Puede ser idealista o materialista, no científica, científica y anticientífica y no constituye un proceso dado de una vez sino que es un proceso que está en constante cambio y enriquecimiento.