La contaminación no es buena para la inteligencia de los bebés
Un estudio reciente realizado por expertos del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Erasmus Medical Center de Rotterdam vinculó la exposición residencial a la contaminación atmosférica durante el embarazo con anomalías cerebrales que pueden conducir a una reducción en la capacidad cognitiva de los niños en edad escolar.
Diversos estudios han señalado que la contaminación es peligrosa para nuestra salud. Pero no se tenían evidencias de cuál era su efecto en los fetos. Un estudio reciente desarrollado por expertos del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Erasmus Medical Center de Rotterdam asocia la exposición residencial a la contaminación atmosférica en el embarazo con anomalías cerebrales que pueden llevar a una reducción en la capacidad cognitiva de los niños en edad escolar.
El equipo de investigación usó una cohorte poblacional en Holanda para estudiar a mujeres embarazadas y sus hijos. Los especialistas determinaron los niveles de contaminación atmosférica durante la vida fetal de 783 niños y niñas, y evaluaron la morfología del cerebro mediante imágenes de resonancia magnética realizadas cuando los menores tenían entre 6 y 10 años.
Uno de los aspectos preocupantes es que el estudio muestra que los niveles de polución que se asociaron con las alteraciones cerebrales se encontraban dentro de los valores considerados como seguros por la Unión Europea.
Además, por primera vez se demostró una relación entre la exposición a la contaminación y dificultades en el control inhibidor, es decir, la habilidad de regular el autocontrol y el comportamiento compulsivo, lo que se asocia con problemas de salud mental tales como el comportamiento adictivo y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
En adición, la exposición a partículas finas del feto se asoció con una corteza cerebral más delgada en varias regiones de ambos hemisferios, siendo este uno de los factores que permitirían explicar las deficiencias en el control inhibidor.
Estos hallazgos complementan otros estudios que asocian niveles considerados como aceptables de contaminación con otras complicaciones como el deterioro cognitivo y el crecimiento fetal. Teniendo estos resultados en cuenta, la coordinadora del estudio Mònica Guxens, afirma que no pueden garantizar que los niveles actuales de contaminación en las ciudades sean seguros.
