Los franceses, los mejores en el arte de comer
Los franceses viven con el orgullo de sentirse admirados por todos los ojos del mundo debido a su fama de especialistas en la cocina. Son los galos uno de los focos de la gastronomía mundial y sobre todo en disfrutar a la hora de sentarse a la mesa, ya sea en un restaurante o en el hogar.
Según un reciente estudio publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) esta nación europea ocupa el puesto número uno de manera absoluta en el ranking de tiempo dedicado a la comida. Los franceses son los campeones al pasar cada día un total de dos horas y once minutos sentados en la mesa, solamente para comer y beber. Estos datos no son de extrañar, dado que este es un país donde los almuerzos familiares suelen extenderse hasta las cinco de la tarde y la gran mayoría de los habitantes festejan la Navidad hasta bien entrada la noche.
Los innumerables restaurantes o cafeterías que invaden la ciudad de Paris siempre están repletos a la hora del almuerzo y al final de las jornadas laborales para degustar de un buen aperitivo o un excelente café, una preferencia que alcanza el éxtasis con la llegada de la primavera e igualmente en el verano.
Tras los franceses, en el ranking de la OCDE, se ubican los italianos, quienes cuentan con un promedio que no dita mucho de sus vecinos europeos con dos horas y cinco diarios dedicados a la gastronomía. Luego se encuentran los griegos con dos horas y cuatro minutos, los españoles con dos horas y dos minutos y finalmente los daneses con dos horas exactas. Aunque en realidad la diferencia temporal entre estos países no es muy significativa.
La OCDE fija una hora y 32 minutos como promedio ideal para dedicarle al exquisito placer de comer. Como contraparte de los países anteriormente mencionados, se encuentra Estados Unidos, que cuenta con u8n promedio de una hora y un minuto, my por debajo de la media recomendada.
Sin duda, para los originarios de los países que se encuentran en los primeros puestos del ranking, el momento de la comida es sagrado, no solo por la importancia de la alimentación sana con condiciones que propicien un ambiente relajado, sino también como encuentro social, en donde se reúnen a conversar amigos y familiares disfrutando de diferentes latos, dulces y bebidas.
