Los puestos fronterizos con México están colapsados
El tema migratorio vuelve a ser noticia para los gobiernos de México y Estados Unidos. La Caravana de Migrantes que provocó la ira del presidente Donald Trump, el pasado mes de marzo, llegó este domingo a Tijuana, para presentarse ante las autoridades estadounidenses con el objetivo de pedir asilo en esa nación. Este, no constituye el primer gran grupo de migrantes que llega a un paso fronterizo, pero sí el que más miradas políticas ha recibido.
Tras el arribo de los indocumentados al paso peatonal de El Chaparral, el servicio fronterizo estadounidense (CBP) indicó que no contaba con los recursos suficientes para atenderlos a todos de una vez. En este sentido, el comisionado del CBP, Kevin McAleenan explicó “hemos llegado al límite en el puerto de entrada de San Ysidro”. A pesar de que la manera de pedir asilo en Estados Unidos es simplemente presentarse en la frontera y decírselo al agente fronterizo de la garita, los migrantes tendrán que esperar en Tijuana a que se liberen sitios en los centros de detención con los que trabaja ese puerto, para que sean procesados sus casos.
Después de ser leído el comunicado de la CBP, los organizadores de la caravana decidieron dar prioridad a los casos más vulnerables. A pesar de la advertencia, alrededor de un centenar de migrantes decidieron acampar allí mismo, a las puertas de Estados Unidos, a la espera de poder exponer su petición de asilo a las autoridades responsables del proceso. Esta situación se produce de vez en cuando en los puntos más transitados de la frontera, por lo que en la ciudad de Tijuana existen diversos albergues para las personas que se encuentran en ese limbo.
Los hechos suceden a menos de un mes de que Donald Trump cargara en Twitter contra lo que llamó “la gran caravana de gente de Honduras” y la relacionó con lo que él llama “fronteras débiles” y la falta de disuasión por parte de su país. El mandatario también se dirigió de manera insultante a México, primero al acusar al gobierno de que no hacía nada para detener a los migrantes y, después, con unos comentarios sobre violaciones en masa que provocaron la respuesta de Enrique Peña Nieto y los candidatos a la presidencia. Tras estas declaraciones, Trump pidió a todos los Estados que enviaran a la Guardia Nacional a la frontera, con el argumento de que era necesario defenderla militarmente, porque el Congreso no le da fondos para construir un muro.
