Ande con quien desee, pero no coma lo mismo
La obesidad no es transmisiblee de una persona a otra debido a patógenos u otros microorganismos infecciosos, pero, a pesar de ello, números expertos aseguran que existen factores de riesgo que permitirían considerarla como una enfermedad contagiosa. Estos se refieren, específicamente, a los lazos sociales sobre los que actúan distintos agentes infecciosos. Aunque, y por supuesto, consiste en una tesis que resulta controversial e inusual, y que no todos los investigadores aceptan. Ahora, un nuevo estudio, realizado por la Universidad de California, en Estados Unidos, aporta nuevos elementos a favor de esta tesis que resulta muy novedosa por lo que propone.
De hecho, los autores del informe estudiaron a 2 000 adolescentes y 3 000 padres que vivían en bases militares en EE.UU, quienes vivían en comunidades muy cerradas donde sus habitantes mantienen un vínculo muy estrecho y terminan compartiendo hábitos y costumbres, tanto positivas como negativas. Y tras realizar esta observación los investigadores notaron que una cuarta parte de los jóvenes y tres cuartas de los adultos, padecían de sobrepeso u obesidad.
Además, comprobaron incluso que los jóvenes que vivían en dichas bases por más de dos años duplicaban el riesgo de ganar peso de forma considerable y perjudicial. Según los investigadores la causa reside en que, al tener muchos hábitos similares, los habitantes de estas comunidades tienden a padecer de sobrepeso si se relacionan de forma muy frecuente e intensa con personas que ya son obesas. Pero ojo porque este no es el primer estudio que arroja conclusiones como las anteriores.
Ya en el 2017, otra investigación realizada por la Universidad estadounidense de Harvard, demostró que cuando una persona engorda de forma considerable, asciende también la posibilidad de que lo hagan su pareja, familiares cercanos, amigos u otros seres queridos. En esa ocasión el estudio tuvo como protagonistas a más de 12 000 individuos y, según sus autores, las posibilidades de engordar crecieron más de un 50 % si estos tenían amigos u amigas obesas alrededor.
No obstante, cabe aclarar que indagaciones como estas no pretenden estigmatizar aún más a las personas con problemas de peso, condenándolas a ser seres solitarios e introvertidos, aunque si constituye, sin dudas, una llamada de atención para el resto, de la sociedad, que indica, solamente, que debemos tener cuidado con no copiar hábitos alimenticios, sobre todo si estos resultan negativos para nuestra salud.
Esta vez solo les diré: ande con quienes desee, pero no coma lo mismo que ellos, eso si no quiere terminar igual.