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viernes, 27 de julio de 2018

Assange ha de empezar a despedirse de la Embajada de Ecuador

Por MontseV

El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, ha viajo al Reino Unido para asistir a la Cumbre Global sobre discapacidades. Sin embargo, más que el evento, los medios de comunicación se han centrado en otro punto caliente entre las dos naciones: Julian Assange. El fundador de Wikilieaks lleva alrededor de seis años encerrado en la embajada ecuatoriana de Londres sin siquiera poner el pie en la calle.

Pero Moreno no ha visitado siquiera al activista. Tampoco ha hablado con las autoridades británicas sobre Assange. Más bien, asegura el presidente ecuatoriano, es un diálogo que se va desarrollando poco a poco y constantemente. Moreno asegura que el refugiado en la embajada tendrá que salir de allí en algún momento, pero su salida de allí se ha de lograr diálogo mediante.

“Jamás he estado de acuerdo con la actividad de Assange ni con entrar en los correos de la gente por más valiosa que sea la información” dijo Moreno, que añadió que si el activista salía finalmente de su confinamiento, quería estar completamente seguro de que su vida no corría peligro.

El caso Assange ha afectado, indudablemente, las relaciones entre ambos países. A la enorme losa que supone el Brexit para el gobierno de Theresa May, una potencial salida del ciberactivista se suma a los problemas británicos. Pero ¿qué pasaría realmente si decidiese poner los pies en el asfalto? Sería arrestado, directamente.

En 2012, Assange buscó refugio en la embajada y se ha quedado allí desde entonces. El “mal trago” con la justicia británica sería, como máximo, de tres meses de prisión por violar las condiciones de la fianza. El problema gordo lo tendría con Estados Unidos, porque una vez en manos de los ingleses, los estadounidenses podrían pedir una extradición. En Estados Unidos las autoridades no le quiere mucho después de que publicase en Wikileaks más de cien mil documentos clasificados relacionados con las guerras de Irak y Afganistán.

Ecuador ya trató de sacar a Assange de su embajada presentándolo como diplomático – previamente le dieron la nacionalidad. Pero Reino Unido no aceptó las credenciales del ciberactivista, por lo que sigue encerrado en la embajada de su propio país. Ahora todo indica que no le queda mucho tiempo más allí.

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